En el proceso del crecimiento de la fe, muchos creyentes cuestionan si deben acudir a un médico y tomar medicamentos. Por supuesto, el hermano Copeland, no está en contra de los médicos o de la medicina, y le damos gracias a Dios por los dones y habilidades que ha depositado en la profesión médica.

Usar medicamentos no estorba tu fe en ninguna forma si eres guiado por el Señor para hacerlo. Prescindir del médico y de la medicina, no es necesariamente un acto de fe. Lo que activa la salud divina es actuar conforme a la Palabra de Dios. Ya sea que uses o no medicamento, éste jamás debe ocupar el lugar de tu fe en la Palabra de Dios.

En Su Palabra dice que, en Su gran amor, Dios desea que todo Su pueblo esté bien. En algunos casos, quizá la fe de una persona no esté lo suficientemente desarrollada como para recibir su sanidad sin tomar medicamentos. En esos casos, definitivamente se debe tomar medicamento. Dios le suplirá a cada persona a su nivel de fe. Si la fe de una persona está en visitar médicos y tomar medicina, entonces Dios ayudará a los médicos a hacer su mejor esfuerzo para que el cuerpo de la persona se recupere de inmediato.

Recuerda, la fe simplemente es actuar conforme a la Palabra de Dios. En Romanos 10:17, leemos que la fe viene por el oír y oír por la Palabra de Dios. Algo interesante de notar es el término: “Palabra” en la escritura de arriba; el cual proviene del griego rhema, que significa: “palabra revelada”. Gracias a esto, podemos asegurar que la fe surge cuando actuamos en base a lo que la Palabra de Dios le revela a nuestro corazón. Si el Señor ha indicado que acudamos al médico, vayamos confiadamente, creyendo en fe que Jesús es el Sanador y oremos para que el médico sea sabio.

Si tu fe no está al nivel de permanecer firme por tu sanidad, y decides usar medicina; no permitas que Satanás te ponga bajo condenación. Pues no tiene por qué hacerlo. No obstante, no te sientas satisfecho permaneciendo en ese nivel. Continúa edificando tu fe en la Palabra de Dios. Entre más tiempo inviertas meditando, confesando y actuando conforme a la Palabra, menos necesidad tendrás de tomar medicina o de ir al médico.

En Proverbios 4:20-22, dice que la Palabra de Dios es vida para todo el que la halla y salud para todo su cuerpo. Estudiar y meditar en la Palabra y conocer que Dios es tu Fuente en cada área de tu vida son las claves para la victoria. Por tanto, pide sabiduría conforme a la cita de Santiago 1:5, después, permite que la paz de Dios gobierne tu corazón mientras tomas la decisión (Colosenses 3:15). Cualquiera que sea tu decisión, tómala permaneciendo en Su Palabra.