«…el gozo de Jehová es vuestra fuerza.»
(Nehemías 8:10)
Algo muy peculiar le está sucediendo a los creyentes últimamente: están empezando a regocijarse. Dios está derramando un espíritu de gozo tan fuerte que provoca que las personas se rían por horas. Algunos de ellos, literalmente terminan en el piso, inclinados de tanto reír con el gozo del Señor.
Recuerdo una vez en que Kenneth se llenó tanto que le fue muy difícil ministrar. Sin embargo, a la mañana siguiente, no sólo pudo levantarse y predicar, sino que se sintió más fuerte de lo que se había sentido en diez años.
Aunque le diré algo, cuando el pueblo de Dios comienza a alabarlo y a gozarse con esta clase de entrega, algunos cristianos se ponen nerviosos. Y como resultado, muchos de ellos se cruzan de brazos y se sientan hasta atrás, expresando: “A mí no me verán actuando de esa manera…”; y esto causa que se pierdan del poderoso mover del Señor.
Antes que usted se cruce de brazos y se relaje; recuerde que al empezar a ser como Jesús y a desear a Dios de una manera tan intensa que se disponga a desechar el deseo de agradar a las personas y comience a alabarlo sin reservas, realmente verá la gloria del Señor.
¿Por qué? Porque Él se manifiesta a Sí mismo en donde es deseado, se presenta en donde tienen hambre de Él. No se revelará en medio de creyentes cuyos corazones estén parcialmente dirigidos al Señor.
En consecuencia, Él está buscando personas que lo quieran más que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer. Dios está buscando creyentes que anhelen Su presencia más de lo que desean ser respetados en su vecindario.
Si usted es una de ellas, de seguro ha encontrado gente, amigos o familia, a la que no les agrada esto. La gloria de Dios les ofende, y no quieren estar cerca de usted —en especial, cuando usted se está riendo—.
Es posible que haya descubierto que las personas religiosas son quienes han criticado esto con más dureza.
Es probable que usted se encuentre en el otro grupo, pues no está seguro de qué se trata esa risa, y no se siente seguro de tener la fuerza para enfrentar las críticas de los religiosos. No obstante, le tengo buenas noticias. Usted puede obtener esa fuerza regocijándose, pues la Biblia cita: «…porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza» (Nehemías 8:10). Entonces ¡ríase!