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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Una ley inspirada por el amor

Gloria Copeland
«Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas. Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres. Y te amará, te bendecirá y te multiplicará…»
(Deuteronomio 7:11-13)

Cuando era joven no asistía mucho a la iglesia. (Traté de hacerlo, pero no era tan buena en eso). Cuando asistía, lo único que enseñaban las prohibiciones establecidas por Dios. No recuerdo haber escuchado a alguien hablarme acerca del amor de Dios, entonces imaginé que Él era alguien que sólo hacía reglas y que no quería que tuviera ni un poco de diversión.

Ahora sé que yo no era la única que tenía esa idea errónea. Muchos lectores de la Biblia han visto la lista de leyes que Dios dejó en el Antiguo Testamento, piensan que las estableció porque es un Dios duro y exigente; pero nada podría estar más lejos de la verdad.

Lo que sucedía en ese tiempo de la historia es que Dios se encontraba en un dilema. Debido a la desobediencia del hombre, el diablo había obtenido una licencia para operar en la Tierra. Adán y Eva le abrieron la puerta para que pudiera hacer su voluntad sobre la humanidad, y fue puesto en libertad para matar, robar y destruir.

La raza humana había caído bajo la maldición del pecado, y Dios quería proveerles una salida. A pesar de su rebeldía, Él aún los amaba y deseaba abrir un camino para que regresaran a Sus alas protectoras; a fin de darles refugio, protección y provisión una vez más. Ésa fue la razón por la cual Él les dio la ley.

La ley del Antiguo Testamento era verdaderamente asombrosa. Tenía mandamientos espirituales como: “No tendrán dioses ajenos delante de mí”, y si hubieran obedecido; habrían evitado que las fuerzas demoníacas los dominaran y los lastimaran. Otro mandamiento era “No matarás”, y esto prevenía que la gente se lastimara y se dominara entre ellos mismos. 

La ley levita también dio instrucciones que les permitía vivir seguros en un mundo que había sido corrompido por el pecado. La historia revela que la ley que Dios les dio, como la de lavarse las manos y la purificación; protegía al pueblo de Dios de las enfermedades y dolencias que destruían a otras naciones. Y cuando se enfermaban, tenían mandamientos que podían seguir, también estaban los sacerdotes para que pudieran recibir la sanidad de parte de Dios.

Además, Dios les habló de la redención venidera que proveería por medio de la sangre de Jesús, les dio la promesa de la libertad espiritual que vendría. ¿Por qué? Porque  en ese entonces Dios era, y continúa siendo hoy en día, un Dios bueno. Le ha abierto un camino a las personas de todos los lugares y de todos los tiempos para que entren en la BENDICIÓN. Aún en ese entonces, Él era un Dios de amor.

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.