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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Un Pacto de Amor

Kenneth Copeland
«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito…»
(Juan 3:16)

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio, y dio… y dio.

Ése es el mensaje que la Biblia nos comparte de principio a fin. Parece algo muy simple; sin embargo, en realidad, pocos lo entienden.

Podemos entender la idea de un Dios poderoso. Podemos entender la idea de un Dios que desea que le sirvan. Pero, ¿comprender a un Dios Todopoderoso que nos ama tanto que desea dar por sobre todas las cosas? Es difícil de comprender.

Por miles de años, Dios ha estado obrando para derramar la revelación de Su amor en los corazones de los hombres. Ha hecho promesas amorosas de bendición y protección. Pero siempre ha enfrentado el mismo obstáculo: seres humanos que no pueden aceptar esas promesas como ciertas.

La historia de Abram es un ejemplo perfecto. Abram no estaba acostumbrado al concepto de un Dios dadivoso. Después de todo, él había sido adorador de la luna, y la luna nunca había hecho nada por él. Entonces, conoció a El Shaddai: el que es mayor que todos, el Dios omnipotente. Lo primero que El Shaddai quería hacer era darle bendiciones.

Las promesas de Dios asombraron tanto a Abram, que no podía creerlas. Abram le preguntó: «Señor, ¿y cómo sabré que realmente voy a recibir estas cosas?» (Lee Génesis 15:8).

¿Sabes cómo le respondió Dios? Estableciendo un pacto de sangre. Ese pacto resolvió para siempre cualquier pregunta que Abram pudiera tener acerca del amor y la fidelidad de Dios. Al derramarse la sangre, Abram supo que Dios hablaba en serio.

Dios estableció el mismo pacto de sangre contigo: sacrificó a Su propio Hijo. El cuerpo quebrantado y la sangre derramada de Jesús son la prueba eterna del amor de Dios por ti. Por medio de la Comunión, Él nos insta a recordarlo una y otra vez, con el fin de que cuando nuestra fe en las promesas de Dios comience a flaquear, «tengamos un sólido consuelo» (Hebreos 6:18).

Medita en el pacto que Dios hizo contigo para recibir una revelación refrescante de Su amor por ti. Toma el pan y la copa. Preséntate ante el Señor y recibe la Comunión. Medita en el cuerpo y la sangre de Jesús, los cuales te han hecho miembro de la familia del Dios todopoderoso gracias al pacto de sangre. Deja que te ayuden a despejar toda duda acerca del amor de Dios por ti. Jamás dudarás de Sus promesas una vez que hayas creído en Su amor.

Lectura bíblica: Génesis 15

© 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.