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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Un corazón amoroso, y una mano abierta

Gloria Copeland
«Regresen al Señor su Dios, porque Él es misericordioso y compasivo, lento para la ira y grande en misericordia.»
(Joel 2:13)

Repetidamente las Escrituras nos enseñan que Dios es misericordioso, pero muy a menudo se nos olvida su verdadero significado. Una persona misericordiosa es alguien que está dispuesta a realizar lo que usted desea, a hacerle los favores que usted le pida y como Santiago 3:17 lo describe, está: “dispuesto a ceder ante los demás” (NTV).

Mi abuelo era así, todos los niños de la familia lo llamábamos pop, lo amábamos tanto debido a que él disfrutaba ser bueno con nosotros. Si le pedíamos dinero, buscaba en las bolsas de su pantalón y nos daba lo que tenía. A todos nos enseñó a conducir y dejaba que manejáramos su pick-up al pueblo (aunque no teníamos licencia de conducir), mientras él supiera que no nos lastimaríamos, nos dejaba hacer lo que quisiéramos.

Mi abuela era muy diferente. Siempre trato de detener a mi abuelo, pero no lo pudo lograr; a pesar de sus protestas, mi abuelo terminaba dándonos lo que le pedíamos. Esa era su naturaleza, no podía evitar ser bueno con nosotros.

Dios actúa de la misma forma, no es difícil conseguir que Él haga lo que le pedimos; al contrario, le gusta decirnos sí y ¡está dispuesto a mostrarnos Su favor! 

¿Sabía usted que muchas personas tienen pasatiempos como pescar, jugar golf, y siempre buscan una oportunidad para llevarlos a cabo? Entonces digamos que el pasatiempo de Dios es hacer buenas cosas para Sus hijos, busca constantemente oportunidades para BENDECIRNOS y darnos lo que queremos.

En Eclesiastés 3:12-13 se nos muestra que: «…no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor». Dios desea darles buenos regalos a las personas, pues Él ama y disfruta hacerlo; uno de los nombres en hebreo para Dios en el Antiguo Testamento es: “¡Jehová el Bueno!”

Por esa razón, podemos llegar ante Su trono de gracia, y recibir lo que necesitamos de Él; pero debemos llegar con fe, no con temor. Nuestro Padre celestial no tiene un corazón duro ni tacaño, al contrario, tenemos un Padre que es fácil de persuadir; y nos recibe con un corazón amoroso y con Sus manos abiertas. ¡Tenemos un Padre que se deleita siendo bueno con nosotros!

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.