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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Sigan sirviendo

Kenneth Copeland
«Y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.»
(Mateo 20:27-28)

¿Alguna vez se ha molestado con alguien que no apreció su amabilidad? O ¿alguna vez ha expresado: “¡No puedo creer que me hayan tratado tan mal! Después de todo lo que he hecho por ellos, ¿cómo pudieron olvidar todo lo que me deben?”.

La próxima vez que se sienta tentado a tomar esa actitud, recuerde esto: en el momento en que usted adopta la mentalidad de mártir, se aleja de la cobertura del amor. Pues está utilizando las buenas obras que ha realizado por esa persona como un tipo de manipulación emocional. En lugar de alegrarse por BENDECIR a los demás, está demandando algo a cambio.

Quizá alguien diga: “¿Acaso no todos lo hacen?”.

Jesús no. Cuando Él llegó a la Tierra, no vino a intentar hablar con las personas para que le creyeran, a fin de obtener algo de ellas. Él vino a entregarse a Sí mimo por completo y sin reservas para que todo aquel que en Él creyera no se perdiera, sino tuviera vida eterna.

El se sacrificó por amor al mundo, aunque no había ninguna garantía de que alguien lo recibiera. Y de hecho así fue. Cuando Él fue enviado a la Cruz, nadie valoró o entendió lo que Él estaba realizando, pues era un misterio escondido en Dios. La gente se burló de Él y lo menospreció, sin embargo, no se ofendió ni expresó: “¿Padre, puedes creer esto? Estoy derramando Mi sangre por ellos, y ellos ni siquiera lo valoran”. No, Jesús oró: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.

Incluso después que resucitó, la mayoría de Sus seguidores no le recibieron. En la Biblia leemos que se le apareció a casi 500 personas después de Su resurrección (1 Corintios 15:6). Y Él les dijo: Vayan a Jerusalén y esperen por la promesa del Espíritu Santo. Pero sólo 120 se encontraban en el Aposento Alto el día de Pentecostés. Usted bien podría pensar que todos estarían allí después de haberlo visto resucitar, pero no fue así. Es claro que aunque vieron con sus propios ojos lo que Él había realizado por ellos, no respondieron como debieron.

Jesús jamás permitió que la ingratitud de las personas le afectara. No tenemos ningún registro de que Él se haya quejado al respecto. Simplemente continúo realizando lo que el amor de Dios en Él le indicaba: Siguió dando, sirviendo y derramando Su vida.

Y nosotros, como Sus discípulos, debemos actuar de la misma manera.

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.