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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Setenta veces siete

Gloria Copeland
«Entonces se le acercó Pedro, y le dijo: Señor, ¡cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces? Jesús le dijo: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.»
(Mateo 18:21-22, LBLA)

Para soportar con paciencia las debilidades de los demás, y permanecer en amor; debemos desarrollar el hábito de perdonar hasta las ofensas más frecuentes. No debemos guardar rencor a quienes nos han tratado cruelmente una…y otra… y otra vez.

¿Significa eso que debemos permitir que nos maltraten continuamente? ¡Por supuesto que no! Dios nos ama, y no desea que nos expongamos a situaciones que nos hagan daño. El Señor hará que nos alejemos de quien siempre nos trata mal. Y nos guiará a hacerlo en amor, perdonándolos a medida que nos alejemos.

Usted podría argumentar: “Después de todo lo que me hicieron, perdonarlos sería muy difícil”.

Al contrario, si usted falla al no perdonar, su vida será más difícil. La falta de perdón puede debilitar su cuerpo y enfermarlo. Aturdirá su mente y ensombrecerá sus días. Si usted no perdona, se levantará cada mañana pensando en el daño que le han hecho.  En lugar de disfrutar de un buen día, pasará el resto de su día irritado, a medida que esos pensamientos nublen sus pasos. Es más, usted le abrirá la puerta al diablo, y él vendrá a robar, a matar y a destruir.  Pues ése es el trabajo del diablo, y usted lo sabe muy bien.

Si usted no puede perdonar por el bien de quien lo ofendió, hágalo por su propio bien. No deje que esa persona continúe arruinando su vida. Si ellos lo trataron mal a propósito, y quieren hacerlo sentir miserable, la mejor forma de frustrar el plan de esas personas es olvidando lo que le han hecho. Destruya sus esfuerzos, perdonándolos, y olvidando el mal que le han hecho; y continúe su camino con gozo.

Si usted siente que no puede hacerlo, pídale a Dios que lo ayude, y Él vendrá de inmediato en su ayuda. Sólo acérquese al SEÑOR con fe, y dígale: Padre, perdono a esas personas de una vez por todas.  Y así como Tú perdonaste todos mis pecados en Jesucristo, yo también los perdono”.

Después de perdonar, rehúsese a pensar en el daño que le ocasionaron; y si el diablo intenta recordárselo, reafirme su decisión, expresando: No, ya perdoné a esa persona y no albergaré esos pensamientos una vez más.

Cuando sea tentado a recordar el daño y las heridas que le ocasionaron; solamente recuerde que Jesús pagó el precio por todo el daño que le han hecho. Dios tiene el poder para restaurarlo. Y si usted vive conforme a Su amor y a Su perdón, ¡disfrutará una vida maravillosa y BENDECIDA!

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.