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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Salga en un resplandor de gloria

Kenneth Copeland
«Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.»
(Romanos 14:19)

Como creyentes, debemos buscar de continuo edificarnos los unos a los otros. Como se nos enseña en Efesios 4:16, necesitamos crecer constantemente a medida que nos edifiquemos en amor unos a otros. El término griego traducido como edificar, significa: “Cargar, como si cargara una batería”. Cuando nos edificamos mutuamente nos cargamos de poder. Crecemos en fuerza y en madurez, y comenzamos a hablar y a actuar como Jesús.

Mientras más nos acerquemos al final de esta era, debemos unirnos más; pues Jesús no viene por una Iglesia débil, enferma ni gobernada por la contienda; a la cual Satanás haya derrotado y aplastado. Él viene por una Iglesia victoriosa que viva conforme al amor divino, y bajo el poder sobrenatural de Dios. Cuando sea el arrebatamiento y dejemos esta Tierra, ¡saldremos en un resplandor de gloria!

Pero no entraremos a esa clase de gloria, si no tomamos el mandamiento de amor como debemos: como un mandamiento de Dios. Quebrantar el mandamiento de amor es tan serio como romper el mandamiento que nos expresa: “No robarás” o “no matarás”, o cualquier otro de los mandamientos de Dios. De hecho, guardar el mandamiento del amor lo ayudará a cumplir los demás. Por tanto, éste es más importante que todos los demás juntos.

Mientras pensemos que el mandamiento del amor es opcional, jamás viviremos en amor. La presión es demasiado grande, pues en el instante que intentemos llevar una vida de amor, Satanás enviará muchos obstáculos a nuestro camino; a fin de que  no podamos vivir conforme a éste. Por esa razón, Dios nos ordenó que amáramos. Él sabía que para llevarlo a cabo, tendríamos que saber que no tenemos otra opción.

Cuando aceptamos el amor como un mandamiento, éste se convierte en una guía en nuestra boca; la cual nos lleva en la dirección correcta en tiempos de presión. Debemos sacar el amor del ámbito de la conveniencia, donde amamos sólo cuando somos tratados de manera justa o donde nuestros sentimientos no son lastimados; y llevarlo hacia el ámbito del compromiso, donde vivimos en amor, sin importar qué suceda. 

Cuando recibimos el amor como un mandamiento, amamos ya sea que los demás amen o no. No importa qué envíe el diablo en nuestra contra, nos acercamos a la gracia de Dios y al manantial de amor que está en nuestro interior; y obedecemos ese gran mandamiento. Mientras más amemos, más cargados estaremos del poder de Dios. Nos levantaremos como una nueva raza de creyentes, y viviremos en el milagroso poder y en la autoridad que Dios nos ha dado en el nombre de Jesús. Seremos la Iglesia victoriosa que Dios diseñó que fuéramos, marchando hacia delante de manera triunfal en el resplandor de Su gloria.

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.