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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

¿Por qué es tan difícil creerlo?

Gloria Copeland
«Mas el justo vivirá por fe…»
(Hebreos 10:38).

Algunas veces veo que los cristianos luchan y trabajan duro, haciendo su máximo esfuerzo por vivir por fe. Al observarlos, usted pensaría que tener fe en Dios es algo muy difícil de obtener, y una manera muy complicada de vivir.

Sin embargo, Dios jamás pretendió que vivir por fe fuera algo difícil. Él quiere que sea tan sencillo que hasta un niño pueda lograrlo. Al separar la fe del amor, nosotros mismos complicamos las cosas. Ése es un gran error, pues la fe obra por el amor.

Tener fe en Dios, básicamente significa confiar en Él. Antes de confiar en alguien, tenemos que conocer su corazón. Debemos saber no sólo lo que nos ha prometido, sino por qué nos lo prometió. A menos que conozcamos cuáles son sus intensiones, jamás podremos confiar plenamente en esa persona. Por ejemplo, si se encuentran bajo presión y tienen que escoger entre protegerse a sí mismos o a nosotros, mismos o a todos, nunca sabremos con exactitud qué decisión tomarán.

Por esa razón, cuando tenemos una pequeña revelación de Su amor, nos cuesta creer en Sus promesas. Y si de manera constante estamos invadidos de dudas, y nos preguntamos: ¿Y si las promesas de Dios están sujetas a condiciones, y de manera inconsciente hemos fallado en cumplirlas? ¿Y si en este contrato llamado Biblia existen cláusulas y excepciones que exoneran a Dios del cumplimiento de esas promesas? ¿Y si existen requisitos que no conocemos?

Sin embargo, una vez que comprendamos el corazón de Dios, ese tipo de preguntas se desvanecerán. Cuando nos percatamos de que Dios realizó todas esas promesas, sólo porque nos ama, podremos descansar seguros; sabiendo que no sólo las cumplirá, sino que desea realizar por nosotros todo lo que ha declarado.

La razón que lo motiva a realizar todo por nosotros, es el puro amor que nos tiene. No debemos preocuparnos porque Dios escoja Sus propios intereses sobre los nuestros, pues Él ya probó en el Calvario que estaba dispuesto a sacrificarse a Sí mismo por nuestro beneficio. Al derramar Su propia sangre, nos demostró que cada promesa y cada palabra declarada fue motivada por Su gran amor. Él dio a conocer de forma definitiva, lo mucho que le importamos; al punto que desea suplir cada una de nuestras necesidades y que cuenta con el poder suficiente para realizarlo.

Sólo debemos invitarlo a entrar a nuestra vida, y Él se apresurará a realizar buenas obras para nosotros. ¡Tanto así nos ama!

Mientras más comprendamos esa verdad, más sencillo será tener fe. Después de todo, la fe es creer lo que Dios declara. La fe es simplemente confiar en que el Padre nos ha dicho la verdad. ¿Qué hay de difícil en comprender esa verdad?

Nada, cuando conocemos Su amor.

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.