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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Nuestra mejor protección

Kenneth Copeland
«Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba. Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra. Volvió, pues, a preguntarles: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús nazareno. Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; pues si me buscáis a mí, dejad ir a éstos; para que se cumpliese aquello que había dicho: De los que me diste, no perdí ninguno.»
(Juan 18:5-9)

Al principio, cuando leía las descripciones bíblicas del amor, no me sentía muy emocionado cuando se trataba de ponerlas en práctica. Por ejemplo, cuando meditaba con relación a poner la otra mejilla o no tomar en cuenta una ofensa, quería expresar: “SEÑOR, ¿sabes lo que las personas me harían si actúo de esa manera? ¡Se aprovecharían de mí!”.

No entendía que actuar en amor, causa que el poder de Dios obre a mi favor. No me había dado cuenta que tomar la decisión de amar, causaría que una liberación sobrenatural obrara a mi favor en el ámbito espiritual.

Cuando Jesús nos exhortó a poner la otra mejilla, no se estaba refiriendo a invitar a las personas a abofetearnos. Nos estaba motivando a actuar en el verdadero ámbito del amor, donde nuestra protección nunca falla. Un día, mientras meditaba en esa verdad, el Señor me dijo: Si permaneces el tiempo suficiente, viviendo en amor, cuando pongas la otra mejilla, las personas no serán capaces de abofetearte, pues Mi poder los hará retroceder.

Para analizar una evidencia bíblica de esta verdad, estudie lo que sucedió cuando los soldados romanos llegaron a aprehender a Jesús, antes de la crucifixión. Incluso en ese doloroso y difícil momento, Jesús tenía al amor en Su mente. Veló por la seguridad de Sus discípulos. Y como resultado, toda esa legión de rudos y violentos soldados romanos no pudieron aprehender a ese gentil y desarmado hombre. Y Jesús, sólo tuvo que expresar: ¡Yo Soy! Y todos cayeron a tierra.

Ésa no fue la única oportunidad en que sucedió algo así, en la vida de Jesús. Hubo otra ocasión, en Nazaret, cuando una turba de personas trató de arrojarlo al precipicio; no obstante, en Lucas 4:30 se nos enseña que cuando eso sucedió. Él sólo pasó entre ellos y siguió Su camino.

El hecho es que nadie podía hacer algo para lastimar a Jesús. Él entregó Su vida y murió con el propósito de cumplir el plan de Dios. Y debido a que el poder libertador del amor lo rodeaba de manera constante, Él mismo tuvo que entregarse para que pudieran matarlo.

El amor obrará de esa misma manera en nuestra vida, si actuamos como Jesús actuó. Éste es un principio espiritual. Cuando el amor comience a obrar a nuestro favor, el diablo no podrá hacer nada para evitarlo. Ninguna de sus armas contra nosotros prosperará. El poder del amor es nuestra mejor protección.

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.