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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

No hay excusa para la envidia

Gloria Copeland
«Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.»
(Romanos 13:13-14)

Aunque la envidia se nos presente de manera sutil o de forma insignificante,  siempre debemos ser conscientes que la envidia a cualquier nivel es el mayor enemigo del amor. Lo que empieza con una ligera sensación de irritación e inferioridad cuando ve que alguien tiene más finanzas, y viste con más estilo que usted; con el tiempo, puede convertirse en rencor y odio hacia esa persona. Si continúa cediendo ante esos pensamientos y sentimientos de enojo, podría terminar hablando calumnias en contra de esa persona; difamando su carácter e inclusive hiriéndola. ¡Y todo porque usted no pudo dejar de sentir envidia por la clase de ropa que esa persona usa!

¡Es terrible permitir que la envidia permanezca en el corazón! Ésta se convierte en una fuerza demoniaca y le abre la puerta al comportamiento más malévolo y rencoroso. La envidia fue el motivo por el cual se cometió el primer asesinato de la historia. Caín le tuvo envidia a Abel porque el Señor vio con más agrado la ofrenda de Abel.  Es difícil imaginar que alguien pueda asesinar a otra persona sólo porque haya dado una mejor ofrenda; ¡pero eso hizo Caín!

De por sí, esa historia ya es lo suficientemente impactante. Sin embargo, en la Biblia se relata que debido a esa misma razón, los líderes judíos entregaron a Jesús para que lo crucificaran. Lo hicieron porque envidiaban Su ministerio (Marcos 15:10). Envidiaban el poder y la influencia que Él tenía sobre la gente.

¿Por qué es importante que nosotros sepamos esto? Porque si no estamos atentos, el enemigo nos presionará para que actuemos igual. Sutilmente, introducirá envidia dentro de nuestros pensamientos, y dentro de nuestras emociones. Inclusive, ¡usará cosas espirituales para hacerlo!

Si no somos conscientes de sus ataques y no los resistimos, el diablo hará que estemos resentidos en contra de algún creyente; debido a que éste obra en los dones de sanidad y nosotros no. Hará que nos opongamos al ministerio de alguien más, sólo porque está siendo más exitoso que  nosotros. Y sin duda, él hará que nuestras excusas parezcan espirituales.

No existe excusa alguna para sentir envidia. Decidamos en nuestra mente y en nuestro corazón que no le daremos lugar a la envidia en nuestra vida.

En la Biblia se establece de manera clara lo serio que es sentir envidia; pues la coloca al mismo nivel de los siguiente pecados: asesinato, fornicación y contienda (Romanos 1:28-29). Entonces cuando ésta apenas se acerque, no lo tome a la ligera.  Pisotéela antes de que tome el control de su vida, y proteja su vida de amor.

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.