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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Más poderosa que los sentimientos

Gloria Copeland
«Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita… resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; es clemente, misericordioso y justo… no tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová.
Asegurado está su corazón; no temerá, hasta que vea en sus enemigos su deseo»
(Salmos 112:1-2, 4, 7-8).

Muchos piensan que una persona compasiva es alguien que mima y consciente los sentimientos de los demás cuando las cosas les salen mal. Creen que demostrar amor, en tiempos de calamidad, es sentir lástima por otros, acariciarles las manos y decirles: “Me siento muy mal por ti. Dios bendiga tu pequeño y frágil corazón”.

Sin embargo, de acuerdo con la Palabra, una verdadera persona compasiva no hace eso. Cuando el mal acecha y las circunstancias empeoran, el verdadero amor se niega a ser movido por las emociones del momento. Éste se aferra a la PALABRA por fe y permanece firme en ella hasta que derrota al diablo, y obtiene la victoria.

Por experiencia propia, sé que puede ser difícil. Sin embargo, por medio de la gracia de Dios, usted puede lograrlo. Hace algunos años, estábamos realizando la Convención de creyentes en Fort Worth cuando mi nieta, Jenny, sufrió un accidente automovilístico. En ese entonces, era sólo una niña; y sufrió serias heridas que tuvo que ser trasladada por avión a un hospital. El personal médico esperaba que muriera antes de que llegara.

Cuando me dieron la noticia, no lloré ni sentí lástima por esa bebé. Tampoco empecé a preocuparme ni a quejarme por lo triste que mi hija se sentiría si Jenny moría. Simplemente comencé a declarar la PALABRA. Cerré mi corazón a todos los informes negativos, y sólo me enfoqué en las promesas de Dios. Mantuve la PALABRA en mi boca y en mis oídos, hasta que mi corazón estuvo lleno de ella. No iba a permitir que mi mente pensara en algo más..

Por momentos, me cansaba de confesarla, e imaginé que las personas a mi alrededor también estaban cansadas. Pero eso no me importó. Tampoco permitiría que un cansancio físico o una emoción almática debilitaran mi postura de fe, y le dieran al diablo una oportunidad para robarme a mi nieta.

Si alguien me ofrecía su simpatía, le respondía: Gracias, pero no la necesito. Mi nieta vivirá, no morirá, y declaro las obras del SEÑOR.

Ella sobrevivió. Jenny está viva y se encuentra bien. Ella vive para Dios. Es la prueba viviente de que la compasión es más poderosa que los sentimientos. Es la demostración viva de lo que la fe y el amor pueden lograr.

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.