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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Mantenga encendido el fuego interior

Gloria Copeland
«Nunca se demoren en mostrar entusiasmo y empeño, en resplandecer y ser fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.»
(Romanos 12:11, AMP)

La mayoría de nosotros iniciamos nuestra vida espiritual con una ferviente pasión por el SEÑOR. Nos sentíamos muy agradecidos porque nos libró del infierno, nos llevaría al cielo, nos limpió del pecado y nos dio esperanza para nuestro futuro. Y nos sentíamos así, a tal punto que rebosábamos de amor por el Único que lo hizo todo posible, y sólo anhelábamos servirle.

Sin embargo, a medida que transcurrió el tiempo, el fuego en nuestro interior comenzó a disminuir. Empezamos a ocuparnos de otras actividades y aperder nuestro interés en Él. A mí me sucedió pocos años después de ser salva. Y lo noté hasta que un ministro muy respetado profetizó acerca del poderoso ejército del SEÑOR de los últimos tiempos. Él expresó: Levántense y aviven su fuego… y podrán ser parte de ese ejército. Mientras analizaba sus palabras, comprendí que mi entusiasmo por Dios ya no era tan ferviente.

No me encontraba en pecado, ni hacía nada malo. Simplemente me distraje con las actividades naturales de la vida. En esa época, Kenneth y yo teníamos casi cinco años de haberle entregado nuestra vida al SEÑOR, y ya no vivíamos en miseria como cuando fuimos salvos. Nos sentíamos cómodos y BENDECIDOS. Durante los primeros días, nuestra desesperación nos hizo buscar fervientemente a Dios. Él era nuestra única esperanza. Sin embargo, después que le servimos por un tiempo, y comenzamos a prosperar; esa desesperación inicial se desvaneció, y con ella, también mi fuego interior.

Aunque aún leía la PALABRA a diario, no la atendía con el mismo entusiasmo que al principio. Por consiguiente, le dije al SEÑOR: ¡Deseo cambiar esta situación! Quiero arder espiritualmente con el deseo que antes tenía por Ti. Además, ¡anhelo que ese deseo crezca!

Comencé a invertir más tiempo con el Señor. Empecé a leer libros inspiradores que Él me indicaba. que leyera. Y de esa manera, cuide de nuevo mi fuego interior. Cuando necesitaba ser avivada, acudía al Señor; y Él me decía qué hacer para agregar más combustible espiritual, y me hacía arder más.

Usted puede realizar lo mismo —si desea formar parte del poderoso ejército de Dios de los últimos tiempos—. ¿Por qué? Porque ese ejército no será conformado por creyentes que se interesen a medias en las cosas de DIOS. No será un grupo compuesto de cristianos que han permitido que sus sentimientos los alejen del SEÑOR, y que se han enamorado de las cosas de este mundo. 

Vivirán en lo sobrenatural y formaran parte de este gran ministerio de señales y maravillas, aquellos cuya pasión por el SEÑOR haya consumido su vida, y le hayan servido de corazón. Yo me he propuesto estar entre ellos. ¿Y usted? 

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.