«Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.»
(Mateo 18:19)
La palabra acuerdo que Jesús utilizó en Mateo 18:19, también puede ser traducida como: “armonizar o hacer una sinfonía”. Una sinfonía está compuesta por muchos instrumentos, los cuales al ejecutarse al unísono, parecen ser una sola voz.
Si alguna vez ha escuchado una sinfonía, sabrá que al afinar los instrumentos de forma individual, cada uno ejecutándose por separado, no emite un sonido extraordinario. Sin embargo, cuando el director levanta su batuta y todos comienzan a armonizar, el sonido que produce es profundamente poderoso.
Lo mismo sucede en la oración. Los creyentes que están en el mismo sentir en el Espíritu Santo son una fuerza imparable de poder. Por esa razón, Satanás pelea contra las familias cristianas; él no desea que un hombre y una mujer se unan en matrimonio. Quiere que peleemos y nos quejemos todo el tiempo, pues él sabe que esto estorbará nuestras oraciones (1 Pedro 3:7).
Si no obtiene los resultados de una oración en acuerdo, examine cómo se encuentra su armonía. Pídale al Espíritu Santo que le muestre si usted está en contienda con su cónyuge (o con cualquier otra persona). Luego siga las instrucciones dadas en Marcos 11:25, donde Jesús declaró: «Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas».
No es suficiente con que usted y su cónyuge estén de acuerdo por el asunto en particular que estén orando. También deben estar en armonía en las otras áreas, entonces verifique cuál es la condición real de su armonía.