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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

El plan completo del amor

Gloria Copeland
“Ciertamente Él llevo nuestras aflicciones (enfermedades, debilidades
y angustias) y sufrió nuestras penas y dolores [del castigo], y nosotros
[ignorantemente] le tuvimos por azotado, herido y afligido por Dios…Mas
Él herido fue por nuestras rebeliones, Él fue molido por nuestra culpa e
iniquidades; el castigo [que era necesario tener] de nuestra paz y bienestar
fue sobre Él, y por Sus llagas [que lo hirieron] fuimos sanos”
(Isaías 53:4-5, AMP).

Cuando el profeta Isaías escribió estos versículos, vio hacia el futuro en el espíritu, anticipándose a lo que Jesús haría por nosotros un día en la Cruz. En ese momento, él vio lo que muchos creyentes aún no han visto hoy. Vio a Jesús, por medio de Su sacrificio, BENDICIENDO cada parte del ser humano. BENDICIÉNDONOS al llevar el castigo por nuestro pecado. BENDICIENDO nuestra alma, pagando el precio por nuestra paz. Y BENDICIÉNDONOS físicamente tomando sobre Sí mismo nuestras enfermedades y dolores, para que podamos ser sanos y libres.

Ésa es una de las cosas que más aprecio del amor de Dios. Lo tiene todo. Dios no sólo se interesa por uno o dos aspectos de nuestra vida. Él no está preocupado sólo por nuestro bienestar espiritual, pues Su amor cubre cada parte de nosotros —espíritu, alma y cuerpo—.

Medite al respecto. Jesús no pagó el precio por su espíritu y dejó su cuerpo bajo el dominio de la enfermedad y el dolor. Él no pagó el precio por su cuerpo y abandonó su mente para que fuera atormentada por la ansiedad y la culpa. Jesús pagó el precio por un persona completa. Cuando Él fue a la cruz, obtuvo justicia para su espíritu, paz para su mente y sanidad para su cuerpo. No dejó ninguna parte de su ser fuera del plan de redención.

A eso le llamamos ¡un evangelio completo! La única razón por la que muchas personas no están recibiendo el beneficio de Su sacrificio, se debe a que no se les ha predicado abiertamente. En vez de eso, la religión nos ha convencido de predicar un evangelio parcial. Y como resultado, la mayoría de cristianos piensan que el plan de redención es algo parecido a un seguro de automóvil o a un plan de salud ideado por el hombre.

Esos planes son exclusivos. Están llenos de estipulaciones que dejan una gran cantidad de áreas de su vida sin cobertura. Contienen bastantes letras pequeñas que establecen que si usted se involucra en cualquier situación, el plan no lo ayudará; y no recibirá los beneficios.

Dios nunca nos dará un plan de redención como esos. Él se interesa tanto en cada detalle de nuestra vida, que estaba obligado a proveernos un plan completo, el cual supliría cada necesidad en todas las situaciones. Un plan que nos mantendrá cubiertos por completo para siempre —espíritu, alma y cuerpo— por medio de Su amor, el cual jamás falla.

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.