«Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.»
(Malaquías 4:2-3)

Imagino que usted, al igual que los demás, está cansado de que el diablo se meta en sus asuntos. Sin embargo, no debe ser así. Lea Malaquías 4:2-3 una vez más.

Observe que en este versículo se declara lo siguiente: «…SOL de justicia…». Malaquías estaba hablando acerca de un brillo, un resplandor de la gloria. Y no son alas de ave, sino llamas de fuego que parecen alas. 

No obstante, lo más emocionante de todo es el hecho de que Malaquías no expresó: “Él saldrá”, sino que “Usted saldrá”.

Usted y yo somos los únicos que aseguramos la derrota del diablo en nuestra vida. Poseemos todo el poder que necesitamos para destruir las obras del enemigo, y sacarlo de nuestra vida. 

Su confesión de fe y su esperanza desatarán la gloria sobre su vida, y vivirá en esa gloria frente al infierno y todo lo que éste ofrece. 

Usted es el único que saldrá con ese resplandor de la gloria… la misma gloria que apareció como columna de fuego de noche y nube de día… la que llenó el templo con tanto poder que los sacerdotes no podían acercarse al altar sin caer ante la presencia de Dios… la que resucitó a Jesús de la muerte (Jesús es la cabeza del Cuerpo. Nosotros somos Sus pies. Su gloria fluye de Él, a través nuestro)… la que Dios declaró que llenaría la Tierra por completo… esa misma gloria es la que usted utilizará para hollar al diablo como ¡ceniza bajo la planta de sus pies!