«Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa, y digan siempre: Sea exaltado Jehová, que ama la paz [la prosperidad] de su siervo.»
(Salmos 35:27)
Si usted es como yo —y muchos otros creyentes—, entonces desea agradar a Dios todos los días. Y lo mejor es que el Señor nos ha indicado de forma exacta cómo debemos hacerlo. En Hebreos 11:6 se nos manifiesta que sin fe es imposible agradarlo.
La fe agrada a Dios porque ésta le abre una puerta en su vida. Él necesita tener ese acceso, a fin de remover cargas, destruir yugos y convertirlo en una evidencia viva de Su anhelo de bendecir a las personas y de prosperarlas. No obstante, Él lo realiza sólo cuando nosotros: 1). Creemos que Él existe y 2). Que Él es galardonador de los que le buscan (Hebreos 11:6).
Actuar conforme a Su Palabra es accionar en fe. Esto le da a Dios la oportunidad de sanar su cuerpo, prosperarlo, salvar y liberar a sus hijos de las drogas —y todas las cosas que desee y necesite—. La fe no sólo le brinda a Dios el acceso en su vida, sino también le provee la facilidad de Su gracia —Su divino favor y bendiciones—.
En 3 Juan 2, se afirma lo siguiente: «Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma».
Veamos qué incluye Su prosperidad. El diccionario define el término prosperar como: “Destacarse en algo deseable, e ir más allá”. Usted desea estar bien, nacer de nuevo, ir al cielo, agradar a su Padre Celestial, alimentar a su familia, sobresalir en lo que respecta a predicar el evangelio. Eso es prosperar.
Dios anhela que sea una persona sobresaliente en el ámbito natural y espiritual: en espíritu, alma, y cuerpo, en lo financiero y social. Él quiere que sea un creyente nacido de nuevo, bautizado en el Espíritu Santo y que aprenda a vivir por fe. Él desea que su mente sea renovada conforme a la Palabra y que viva de acuerdo con Su sabiduría —Dios le ha otorgado la habilidad de usar el conocimiento—. Su anhelo es que usted conozca Su poder sanador y viva en salud divina. Él se deleita cuando sus necesidades financieras son suplidas y posee en abundancia para dar en toda buena obra. En toda relación que emprenda, Él quiere que usted testifique y sea un faro de luz de Su amor, de Su camino, de Su voluntad y de Su poder; ayudando a otros a prosperar y conocer la Palabra.
Dios se ha comprometido con Él mismo para darle éxito en cada área de su vida. Medite en ello. Recuerde el siguiente pensamiento todo el tiempo: Dios se agrada cuando yo sobresalgo por fe en cada área de mi vida. Piense en este todo el día de hoy, y ¡vívalo! ¡Asegúrese de agradar a Dios!