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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Actúe como si lo creyera

Kenneth Copeland
«Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras
está muerta.»
(Santiago 2:26)

Si usted cree que Dios lo ama, entonces necesita actuar como si lo creyera. De lo contrario, de acuerdo con esa escritura, su fe está muerta. Sus acciones de incredulidad impiden que la fe dé resultado.

Por ejemplo, supongamos que una persona afirma que Dios la ama. Sin embargo, a la hora de orar, en vez de entrar confiadamente al trono de la gracia para pedir lo que necesita, se arrastra gimiendo y suplicando como un indigno mendigo. La acción de esa persona hace corto circuito con su fe. Y de diez peticiones, sólo recibirá una respuesta; y se preguntará ¿Por qué?

Ese tipo de personas, me recuerda a la manera en que actuaba mi hija Kellie cuando era niña, y estaba en su fase de lloriqueo. Cuando intentaba pedirme algo, ese lloriqueo era casi imposible de entender; y además, era irritante. Hasta que un día, le dije: Kellie, ¡te amo! ¡Deja de hacer eso! No voy a lastimarte, y sí voy a darte lo que necesitas. Pero si no puedes hablarme sin lloriquear, entonces no me hables.

Luego, el Espíritu de Dios me expresó: Te agradecería mucho que tú hicieras lo mismo.

Por supuesto, me sentí avergonzado, pero a la vez feliz, cuando me lo pidió. En los años posteriores, aprendí que es imposible hacer algo por alguien que actúa de esa manera; sin importar cuánto uno quiera ayudarlos. Ni siquiera Jesús pudo. En una ocasión, se encontró con una mujer sirofenicia quien lo seguía a todas partes clamándole y rogándole que liberara a su hija. De seguro, ella tenía algo de fe para seguirlo a todas partes. Sin embargo, hizo que esa poca fe sufriera un corto circuito al acercarse de esa manera.

Según nosotros, finalmente Jesús se volteó y le dijo: “Yo no he sido enviado a ayudar a perros gentiles como tú”. Sin embargo, ésa no era la intención de Jesús. Él amaba a esa mujer y quería que dejara esa actitud de lloriqueo, y que dijera algunas palabras de fe que le abrieran la puerta para que Él sanara a su hija.

¡Y tuvo éxito! Ella mostró un cambio en su actitud espiritual después de eso. Se puso de pie, y declaró: «Sí, Señor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos» (Mateo 15:27, NVI).

Al hacerlo, Jesús le expresó lo mismo que anhela decirnos: «…grande es tu fe, —contestó Jesús—. Que se cumpla lo que quieres. Y desde ese mismo momento quedó sana su hija» (versículo 28, NVI).

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.