Apreciado(a) Colaborador(a),
¡Las palabras! Las palabras son la cosa más importante en la Tierra para todos los seres humanos. Jesús lo dijo en una frase: «Porque por tus palabras serás reivindicado, y por tus palabras serás condenado» (Mateo 12:37).
Vayamos al origen de todo, en Genesis 1:1-3:
1 Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra.
2 La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas cubrían la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas
3 Y dijo Dios: «¡Que haya luz!» Y hubo luz.
Nota que el espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas, mas nada sucedió hasta que las palabras liberaron el poder grandioso necesario para crear este universo: la fe de Dios (Hebreos 11:3). Las palabras llenas de fe crearon todo lo que existe. Además, de acuerdo con Hebreos 1:3, todas las cosas se sustentan por la PALABRA de Su poder:
3 Él es el resplandor de la gloria de Dios. Es la imagen misma de lo que Dios es. Él es quien sustenta todas las cosas con la PALABRA de su poder.
Ahora miremos ese versículo en La Biblia Amplificada:
3 El Hijo es el resplandor y la única expresión de la gloria de [de nuestro grandioso] Dios [reflejando la gloria Shekhiná, el ser de Luz, la luz brillante de lo divino], y la representación exacta y la imagen perfecta de Su esencia [del Padre], sosteniendo, manteniendo y propulsando todas las cosas [el universo entero, físico y espiritual] por el poder de Su PALABRA [llevando el universo hasta su meta predeterminada].
Así es como nosotros vivimos en un universo creado por PALABRAS, sustentado y controlado por palabras.
La vida de todos los seres humanos y sus destinos están determinadas por las palabras que ellos mismos declaran. Veamos lo que Dios dice al respecto en 2 Corintios 13:1:
1 Ésta será la tercera vez que los visite. Todo asunto se resolverá por el testimonio de dos o tres testigos.
El Salmo 19:14 dice:
14 ¡Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Jehová, roca mía y redentor mío!
Después el Salmo 91:1-2 dice:
1 El que habita al abrigo del Altísimo y se acoge a la sombra del Omnipotente,
2 dice al SEÑOR: «Tú eres mi esperanza, mi Dios, ¡el castillo en el que pongo mi confianza!».
¿Cómo accedemos a ese lugar secreto del Altísimo ? Diciéndole al Señor: «Tú eres mi esperanza, mi Dios, ¡el castillo en el que pongo mi confianza!».
Ahora miremos Proverbios 4:20-24 (PDT):
20 Hijo mío, presta atención a lo que te digo y escucha atentamente mis palabras.
21 No las pierdas de vista, tenlas siempre presente.
22 Ellas dan vida a los que las escuchan; son como la salud para el cuerpo
23 Ante todo, cuida tus pensamientos porque ellos controlan tu vida.
24 No permitas que salgan falsedades de tu boca ni que tus labios digan mentiras.
Nota que el versículo 24 dice que no permitas que salgan falsedades de tu boca, o a lo que la Nueva Traducción Viviente llama: «expresión perversa» y «palabras corruptas».
Proverbios 6:2 (RVA) dice:
2 Te has enredado con tus propias palabras; ¡eres cautivo de tus propias promesas!
Enredarse es caer en una trampa.
Veamos más escrituras que hablan del poder de la lengua:
Proverbios 12:18:
18 Hay gente cuyas palabras son puñaladas, pero la lengua de los sabios sana las heridas.
Isaías 57:19 (RVA-2015):
19 Yo soy el que crea fruto de labios: ¡Paz, paz para el que está lejos y para el que está cerca!, dice el SEÑOR. Yo lo sanaré.
Proverbios 15:4:
4 La sana lengua es árbol de vida: Mas la perversidad en ella es quebrantamiento de espíritu.
Proverbios 15:4, La Biblia Amplificada, Edición Clásica:
4 La lengua amable [con su poder sanador] es un árbol de vida, pero la voluntad llena de contrariedad quebranta el espíritu.
Proverbios 18:7 (RVA):
7 La boca del necio es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma.
Proverbios 18:20 (RVR1995):
20 Del fruto de la boca del hombre se llena su vientre; se sacia del producto de sus labios.
Nadie puede ser un segador agresivo de la cosecha procedente de la semilla que ha sembrado sin usar la hoz. Esa hoz es la lengua. Úsala para provocar tu incremento, de otra manera la semilla que has sembrado se demorará en producir la cosecha que necesitas (Marcos 4:26-29).
Ahora, ¡una escritura que te abrirá los ojos! Proverbios 18:21 (RVR1995) dice:
21 La muerte y la vida están en poder de la lengua; el que la ama, comerá de sus frutos.
Ese mismo versículo en la versión amplificada dice:
21 La muerte y la vida están en el poder de la lengua, y aquellos que la aman y complacen comerán de su fruto y cargarán con las consecuencias de sus palabras.
¡Está muy claro! Veamos más escrituras:
Malaquías 3:13:
13 El Señor ha dicho: «Las palabras de ustedes contra mí han sido violentas.» Pero ustedes dicen: «¿Qué es lo que hemos dicho contra ti?».
Hebreos 4:14:
14 Por lo tanto, y ya que en Jesús, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, retengamos nuestra profesión [confesión] de fe.
Joel 3:10 (RVR1995):
10 Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces y diga el débil: “¡Fuerte soy!
Y finalmente, 1 Pedro 3:10:
10 «El que quiera amar la vida y llegar a ver días buenos, debe refrenar su lengua del mal, y sus labios no deben mentir».
Estas escrituras no sólo aplican para los creyentes. Son las leyes espirituales que gobiernan las palabras. Vivimos en un mundo creado por las palabras, un mundo sostenido por las palabras, un ambiente dominado por las palabras. Nadie puede cambiarlo. Sin embargo, podemos cambiar las palabras que influencian nuestras vidas. Jesús dijo en Mateo 12:34 que de la abundancia del corazón habla la boca.
Luego, en el versículo 35, dijo:
35 El hombre bueno saca cosas buenas del buen tesoro de su corazón; el hombre malo saca cosas malas de su mal tesoro.
Así que Marcos 11:23 aplica tanto en el lado negativo como el positivo (Proverbios 18:21).
¡Oh, querido Colaborador! ¡Tú, yo y todo el mundo vivimos en el ambiente creado ayer con nuestras palabras! La única cosa que podemos cambiar son nuestras palabras. Romanos 10:17 dice: «Así que la fe proviene del oír, y el oír proviene de la palabra de Dios». ¡Las palabras llenas de fe dominan las leyes del pecado y de la muerte! Levántate y toma tu autoridad divina sobre cada situación de acuerdo con 1 Juan 5:4:
4 Porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.
Tu tiempo ha llegado. Aprovéchalo, ¡AHORA!
Mientras siembras tu semilla de BENDICIÓN este mes, sostenla en tus manos, y pon estas escrituras en tu boca. Por fe declara tu cosecha. El tiempo de cosechar es tiempo de danza y canto en el espíritu. Hazlo. ¡Te reto a hacerlo! Los versículos del Salmo 126:1-2,6 son una VERDAD, ¡AHORA MISMO! Podemos regocijarnos AHORA—¡Hoy!
Gracias por ser nuestro colaborador. Gloria y yo te amamos profundamente y oramos por ti todos los días.
Con amor,