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febrero 4, 2021

Cómo Convertirte en una Persona de Influencia

Becky Haas, socia de los Ministeros Kenneth Copeland, comparte cómo Dios la ha usado de maneras que ella nunca imaginó, todo porque se puso a Su disposición. Descubre el camino para convertirte en una persona de influencia.

Becky Haas no se ve a sí misma como extraordinaria. De hecho se refiere a ella como“probablemente la persona más común que jamás hayas conocido”, pero admite que el Señor la ha usado poderosamente porque está disponible, dispuesta y vive en LA BENDICIÓN. En una reciente serie de videos de los Ministerios Kenneth Copeland, Becky compartió cómo el Señor la ha utilizado de formas que no podría haber imaginado.

Becky, socia de los Ministerios Keneth Copeland, escuchó por primera vez a Kenneth y Gloria Copeland enseñar mientras asistía a la Escuela Bíblica Rhema en Broken Arrow, Oklahoma. Después de terminar sus estudios en 1979, regresó a su hogar en Johnson City, Tennessee, donde trabajó en varios puestos en su iglesia, en el ministerio itinerante, en trabajos seculares y luego para la Universidad Estatal de East Tennessee. Cuando terminó su puesto en la universidad en 2012, se preguntó cuál sería el siguiente paso.

Durante esa temporada de transición, Becky comenzó a ver la serie “Días de prosperidad” con Gloria Copeland y George Pearsons en la transmisión de la Voz de Victoria del Creyente. Usando las notas descargadas de esas transmisiones, pasó ocho meses estudiando lo que dice la Palabra de Dios acerca de ser una persona de influencia y estar en Deuteronomio 28: “»El Señor enviará su bendición sobre tus graneros y sobre todo aquello en que pongas tu mano, y te bendecirá en la tierra que el Señor tu Dios te da” (versículo 8, RVC).

Si bien solicitó muchos trabajos, el único que se le abrió fue un puesto en el departamento de policía local que se enfocaba en la reducción del crimen. Solicitó y consiguió el trabajo como directora a pesar de que no tenía experiencia en la aplicación de la ley. Becky descubrió rápidamente que su área en las zonas rurales de los Apalaches estaba profundamente sumida en la epidemia de opioides.

Becky comenzó a orar por esta situación, incluyendo por ideas creativas para prevenir el uso de drogas y cómo ayudar a aquellos que habían estado encarcelados a reingresar a la sociedad. Específicamente, se paró en Santiago 1: 5 (RVC), que dice: “Si alguno de ustedes requiere de sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios se la da a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche”.

Comenzó a buscar al Señor para obtener respuestas a la crisis en su área y a hacer una confesión diaria basada en la Palabra de Dios. “Todos los días, las soluciones para mi ciudad, mi estado y mi nación fluyen a través de mí”, dijo.

Gracias a la dirección del Espíritu Santo, Becky creó un programa de 12 a 15 meses al que las personas en libertad condicional podían asistir todos los días y aprender habilidades para la recuperación exitosa de las drogas y la prevención de recaídas. Cuando terminó la subvención para el programa de Becky, el correccional de Tennessee se enteró de que el programa le estaba ahorrando al estado entre $ 50 y $ 60 dólares por día y por persona, había reducido las reincidencias en más de la mitad. Decidió continuar financiando el programa con su propio presupuesto y el programa continúa hoy.

Becky ha ido aún más lejos. Comenzó a hacer un llamado a las iglesias de su área para que se reunieran cada dos meses y conocer las necesidades de la comunidad. Las diferentes denominaciones se han unido con Becky y su equipo para satisfacer las necesidades de su comunidad. Ya sea alimentando a familias hambrientas, ayudando a los niños abusados, arreglando un refugio para personas sin hogar o limpiando un camino lleno de basura, Becky y las iglesias locales están siendo las manos y los pies de Jesús para los necesitados.

El jefe de policía de su área le asignó a Becky la tarea de crear un centro de atención especializado en trauma donde las víctimas de agresión y abuso sexuales pudieran encontrar refugio. La visión del centro era reunir servicios legales, de salud, de salud mental y otros servicios, para que las víctimas solo tuvieran que contar sus historias una vez y luego tener acceso a la ayuda que necesitan. En cuatro años, Becky pudo realizar esa tarea. Desde entonces, el modelo se ha replicado en otros estados.

Becky se toma en serio su asociación con los Ministerios Kenneth Copeland. A través de la transmisión de la Voz de la Victoria del Creyente y asistiendo a las reuniones, ha aprendido a mantenerse firme en la Palabra en un grado aún mayor y a caminar en LA BENDICIÓN, aplicando las lecciones espirituales que ha aprendido a su puesto en la aplicación de la ley y a los programas que ha encabezado. Su testimonio es un ejemplo de lo que Dios puede hacer en y a través de Su pueblo cuando se mantienen en la fe en Su Palabra y se comprometen a estar disponibles para ser usados por Él. ¡Qué todos seamos inspirados para ser personas —creyentes— de influencia también!