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enero 20, 2021

6 Mentiras que Bloquean las Bendiciones

Dios espera que nos aferremos a lo que nos pertenece, pero tenemos un enemigo que nos miente y trata de evitar que recibamos las mayores bendiciones de Dios.

Jerry Savelle los llama “bloqueadores de bendiciones”.

Muchos de estos obstáculos para obtener lo mejor de Dios en nuestras vidas caen bajo la categoría descrita en Marcos 7:13: La tradición de los hombres hace que la Palabra de Dios no tenga efecto. Las tradiciones son errores demoníacos, en realidad mentiras, para mantener a la Iglesia en la oscuridad. Durante años, las ideas e interpretaciones tradicionales de las Escrituras han impedido que las personas reciban sanidad.

Así que me gustaría exponer algunas de esas mentiras del enemigo y explicar por qué están equivocadas. A medida que las revisemos, toma nota de las que se hayan convertido en parte de tus pensamientos. Luego reemplaza esas mentiras con lo que realmente dice la Palabra.

Mentira # 1: “Los Milagros no son para este tiempo”.

Crecí en una iglesia en la que con frecuencia escuchábamos declaraciones como estas: “Los milagros ya pasaron” y “La sanidad no es para este tiempo”. Pero para que los milagros y la sanidad dejen de existir, Dios tendría que cambiar o desaparecer. Y eso no puede suceder. Él ya ha declarado: “Hijos de Jacob, yo soy el Señor, y no cambio. Por eso ustedes no han sido consumidos”(Malaquías 3: 6 RVC).

 También ha dicho: “Yo soy el Señor que te sana” (Éxodo 15:26). La enfermedad y la dolencia nunca fueron la voluntad de Dios para el hombre. La enfermedad solo vino cuando el hombre desobedeció a Dios, pecó y murió espiritualmente. En ese momento, el hombre quedó sujeto al maligno. Pero incluso entonces, Dios abrió una oportunidad de proporcionar sanidad a su pueblo. Si alguna vez sanó a alguien, sigue teniendo la misma voluntad de sanar hoy. Dios no hace acepción de personas (Hechos 10:34). Pero tenemos que hacer nuestra parte y darle algo con lo que trabajar ejerciendo nuestra fe.

Mentira # 2: “La enfermedad es para darle la gloria a Dios”.

La enfermedad no da gloria a Dios. La Sanidad si da la gloria a Dios .

Mientras Jesús sanaba a las multitudes, Mateo 15:31 RVCdice: “y al ver que los mudos hablaban, los mancos eran sanados, los cojos andaban y los ciegos veían, glorificaban al Dios de Israel”.

Mentira # 3: “Dios dispone todas las cosas para nuestro bien …”

Un pasaje de las Escrituras que a menudo se saca de contexto y se malinterpreta es Romanos 8:28: “A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan para bien”. Si crees que esto significa que la enfermedad es de alguna manera para tu bien, no te resistirás. Pero la Biblia es muy clara en lo que dice sobre la enfermedad. La maldición enunciada en Deuteronomio 28 incluye “toda enfermedad y toda plaga” (versículo 61).

Las maldiciones no vienen de Dios. Él es bueno con todos (Salmo 145: 9). Hechos 10:38 (RVR1960) dice: “cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”.

Cuando lees Romanos 8:28 en contexto, su significado se vuelve claro:

Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados(Romanos 8: 26-28).

Esto no quiere decir que todo lo que viene a tu vida obra para bien. Se trata de los que aman a Dios. Los que aman a Dios obedecen Su Palabra: “Pues éste es el amor a Dios: que obedezcamos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son difíciles de cumplir”. (1 Juan 5: 3). Cuando obedecemos a Dios, disfrutamos de Su Bendición.

La voluntad de Dios siempre es buena, pero no todos están caminando en la voluntad de Dios. Esta escritura habla de las cosas que el Espíritu obra para nuestro bien. El Espíritu intercede por nosotros cuando oramos en el espíritu, Cuando obedecemos a Dios, todas las cosas obran a nuestro favor.

 Todo lo que se te presente no viene de Dios y no trae cosas buenas para tu vida. Tienes la autoridad en ti para obedecer o desobedecer. Por ejemplo, el cáncer no es para tu beneficio. Los accidentes automovilísticos no obran para bien. Vienen a robar, matar y destruir. Si crees que estas cosas provienen de Dios, las recibirás en lugar de resistirlas.

Mentira # 4: “Dios te manda la enfermedad para enseñarte algo”.

La enfermedad no es buena. Entonces, cuando la gente dice: “Dios te manda la enfermedad para enseñarte algo”, eso no es bíblico. La Biblia dice que Dios usa Su Palabra para enseñarnos. Ha enviado al Espíritu Santo para enseñarnos. En Deuteronomio 28 Dios dice: “si no Me obedeces, todas estas maldiciones vendrán sobre ti”. Esa no es la voluntad de Dios. La voluntad de Dios es tu redención de la maldición en Cristo Jesús (Gálatas 3:13). A través de la ignorancia, la incredulidad o la rebelión y la desobediencia, abrimos la puerta a la maldición en nuestras vidas.

Según 2 Timoteo 3: 16-17, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” Dios envió al Espíritu Santo para que fuera el maestro de la Iglesia (Juan 14:26). Él te guiará a toda la verdad (Juan 16:13). Dios también puso maestros en la Iglesia para instruirnos (Efesios 4: 11-12). Por lo tanto, no usa la enfermedad para hacer eso.

Muchos creyentes funcionan bajo la idea errónea de que cualquier cosa que les suceda es obra de Dios. Como resultado, no se responsabilizan por nada y no oponen resistencia al enemigo cuando trae enfermedad y dolencia.

Si no te resistes a la enfermedad, no desaparecerá. El enemigo seguirá gobernando y reinando en tu vida. Debes resistir al diablo si no quieres que viva contigo. Santiago 4: 7 dice resistid al diablo y el huirá.

Jesús libró a la gente de enfermedades en todos los lugares a los que fue, ¡y las reprendió! Nunca fue amigo de las enfermedades y dolencias. Él siempre hizo la voluntad de Dios y nunca Jesús animó a nadie para que se mantuviera enfermo.

Mentira # 5 – “Señor, si es Tu voluntad …”

Una oración tradicional que te ayudará a morir joven es “Señor, si es tu voluntad, sana mi cuerpo”. En consecuencia, orar esto demuestra que no has estado leyendo tu Biblia y no tienes ni idea de Dios ni de Su voluntad. Siempre es Su voluntad sanar.

Quizás has estado yendo a la iglesia equivocada. Deberías salir de un servicio de la iglesia con tu fe más edificada que cuando entraste. La fe viene al escuchar y al escuchar la Palabra de Dios (Romanos 10:17). Pero si no escuchas y no crees lo que dice la Palabra, tu fe no será fuerte.

Mentira # 6: Está “bien” vivir en incredulidad.

Incluso Jesús no pudo sanar a los incrédulos. En Su ciudad natal de Nazaret, “no hizo allí muchas obras poderosas a causa de su incredulidad” (Mateo 13:58).

La incredulidad es el mayor obstáculo para las bendiciones, es imperativo que sepas lo que dice la Palabra y la creas lo suficiente para actuar en consecuencia. Todas las tradiciones de las que hablo son el resultado de la incredulidad.

 La incredulidad llega por el oír, así como la fe llega por el oír. Entonces, es peligroso para tu salud escuchar la incredulidad.

 No hay ninguna buena razón para conformarse con una enseñanza llena de incredulidad si deseas vivir y vivir bien. Ve a donde se enseña la Palabra de Dios sin concesiones porque tu vida depende de ello.

 Gálatas 3:11 dice: “El justo vivirá por la fe”. Eso significa que los creyentes deben vivir creyendo lo que dice la Biblia. Te sanas al creer y actuar de acuerdo con lo que dice la Palabra sobre tu sanidad. ¡Se necesita creer y actuar para cumplir la palabra que ha sido dada!

Estas son solo algunas de las mentiras que usa el diablo para evitar que recibamos todo lo que Dios tiene para nosotros. No caigas en las mentiras … ¡creeen la Palabra deDios!.