¿Estancado o fluyendo?
¿De qué tipo de fuente de agua te gustaría beber? Mientras que el agua estancada invitas a las bacterias y las larvas portadoras de enfermedades, el agua que fluye es una fuente pura y continua de refresco que da vida.
Lo mismo ocurre con la fe. ¡La fe estancada apesta! Y no da vida. La fe en constante movimiento trae vida y un flujo continuo de oraciones contestadas. Pero seamos realistas. ¡Requiere trabajo!
Aquí, ofrecemos 3 consejos para mantener tu fe en constante movimiento, ¡para que las victorias sigan fluyendo!
1. Se disciplinado a la hora de alimentarte.Los seres vivos que comen de vez en cuando seguirán vivos, pero no gozarán de muy buena salud. Estarán desnutridos, débiles y, como resultado, carecerán de felicidad y vitalidad. Lo mismo ocurre con la fe. Puede mantenerte vivo, pero no prosperará, crecerá ni dará una vida victoriosa si no te alimentas constantemente.
Por lo tanto, se constante en tu alimentarte con la Palabra de Dios. Lee tu Biblia, ora, escucha las enseñanzas Y asiste a conferencias o estudios bíblicos. Haz algo TODOS LOS DÍAS para alimentar tu fe. Debería haber pocas excepciones. Mantendrá tu fe fluyendo, ¡brindándole vida y VICTORIA todo el tiempo!
2. No te dejes desgastar por los ataques espirituales. El diablo quiere desgastarte. Es por eso que a menudo verás una cosa tras siendo lanzada a tu vida desde todas las áreas. Un despido seguido de conflictos en el hogar y luego una enfermedad. ¡Puede volverse ridículo! Sin embargo,no tienes que permitirte ser desgastado por ataques espirituales. De hecho, ¡puedes optar por intensificar la lucha!
Entre tú y el diablo, alguien se rendirá y dejará de luchar. ¡Solo asegúrate de que ese alguien no eres tú! Para evitar llegar al agotamiento por los ataques espirituales, toma la decisión de que NUNCA dejarás de pelear la buena batalla de la fe. NUNCA dejarás de leer la Palabra, de creer en la Palabra y de hablar la Palabra.
3. Aplica la fe a CADA situación.Cuando hagas de la fe una parte regular de tu vida diaria, te mantendrás en constante movimiento.Habla con Dios y sobre él todo el tiempo. Empieza el día recordando los milagros que ha hecho en tu vida. Pídele ayuda con cualquier cosa. Aquí hay algunas otras ideas:
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Haz declaraciones sobre ti y tu vida a lo largo de cada día al confesar la Palabra de Dios.
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Cuando te subas al automóvil para conducir a algún lugar, aplica la sangre de Jesús sobre ti y tu vehículo.
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Cuando estés en el supermercado, agradécele a Dios por los medios para comprar comida, agradécele por el favor y declara que tu carrito producirá de manera sobrenatural más comida por menos dinero de lo que lo haría en el natural.
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Ore por sus comidas.
- Cuando se te presente un desafío, incluso uno pequeño, habla con Dios en el momento y pide su intervención. ¡No esperes siempre una crisis!
Estos son solo tres consejos para mantener tu fe en constante movimiento, ¡pero podrías pensar en muchos más! La fe es un ESTILO DE VIDA. Cuando practiques hacerlo parte de tu vida diaria, comenzarás a fluir en tu vida continuamente sin mucho esfuerzo. Nuestro objetivo para ti: Fe constante. Victoria constante.