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Relaciones

4 Consejos para mantener la calma durante las visitas familiares

Las fiestas se acercan y tu familia está planeando una visita. A pesar de que los amas, el estrés puede ser agobiante. ¿Cómo puedes mantener la calma en esos momentos? Compartimos cuatro consejos que te ayudarán a hacerlo.

  1. Cuando te visiten familiares, confía en el Señor
    Jesús dijo: “Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran, y se les concederá” (Juan 15:7). Aún antes de que tu familia arribe, comienza meditando en escrituras. Encuentra promesas en las que te puedas mantener firme, o lee 5 Escrituras para mantenerse firme durante las visitas familiares. Deja que la paz, la verdad y el amor reinen en tu corazón aun antes de que suene el timbre.
  2. Durante el tiempo de visita, focalízate en el Señor
    “Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso” (Salmo 91:1). Si quieres disfrutar de la protección de Dios —y sí, quizás necesites protección emocional al relacionarte con tus seres queridos—, comprométete en focalizarte en el Señor. Invierte tiempo cada mañana antes de levantarte con el Señor. Lee su Palabra y ora, dejando que tus pensamientos se ajusten y buscando la paz.
  3. Durante el tiempo de visita, rehúsa la ira
    Efesios 4:26-27 dice: “Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle». No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar al diablo”. Protege la paz mental al rehusarte al enojo o la contienda. Cuando ese familiar toca ese punto débil con comentarios o actitudes, simplemente aléjate, respira hondo y alaba a Dios por ellos.
  4. Durante el tiempo de visita, recibe la Gracia de Dios
    Este es el día de la Gracia y la Misericordia, y puedes llamar al Señor en toda situación. De hecho, ¡Él quiere que lo hagas! Si te encuentras contestando mal o dejando que el estrés se lleve lo mejor de ti, simplemente aléjate por unos minutos, reposa ante el Señor y recibe la Gracia y el Perdón que él te ofrece.

Deja que esta visita sea la mejor de todas. Practica estos simples consejos. Comienza orando en fe por esta visita, creyendo que Dios te acompañará en cada paso. Prepárate para la visita leyendo y meditando en la Palabra de Dios.

Segunda de Tesalonicenses 3:16 dice: “Ahora, que el mismo Señor de paz les dé su paz en todo momento y en cada situación. El Señor sea con todos ustedes”. Deja que esa sea tu promesa, que Dios te ayude a mantener la calma durante esta visita… ¡y siempre!